Mañana hacemos historia

Mañana es un día histórico para el Miami Herald, el Nuevo Herald y la sala de redacción de Miami.com. Es hora de emitir su voto. Estos son nuestros argumentos de cierre.

Durante 116 años, nuestra sala de redacción nunca ha tenido un sindicato. Como periódicos insignia de la cadena Knight-Ridder, el Miami Herald y el Nuevo Herald tenían presencia en todo el mundo, especialmente en América Latina. Cuando McClatchy los compró en 2006, el Herald ocupó un lugar como el periódico más prestigioso en la órbita de la cadena, con 22 premios Pulitzer.

Durante la mayor parte de su historia, la sala de redacción estuvo formada por muchos editores, reporteros dedicados a la comunidad, fotógrafos, editores de crecimiento, paginadores y productores, todos periodistas dedicados a proporcionar a Miami lo que necesita: un periodismo regional fuerte y confiable que rinde cuentas a los poderosos y reporta las historias de nuestra comunidad.

Luego vino la recesión, el auge online y un ciclo interminable de recortes. McClatchy redujo el personal, recortó los salarios y los recursos de la sala de redacción sin explicaciones y reorganizó la cobertura para priorizar los clics por sobre las noticias de la comunidad.

El personal del Miami Herald, el Nuevo Herald y Miami.com no teníamos forma de hablar por nosotros ni por la comunidad de Miami. En medio de los recortes, no teníamos voz para exigir una indemnización justa, un trato justo, aumentos justos del costo de vida, y una cobertura justa. No teníamos forma de exigir transparencia o información de la compañía sobre las decisiones de McClatchy. No teníamos un sindicato, y nuestra sala de redacción sufrió por eso.

Eso termina mañana.

La votación de mañana determinará si tenemos derecho a ser escuchados sobre el futuro de nuestra sala de redacción, el mismo derecho que tienen nuestros colegas en las redacciones de todo el país, desde los que son propiedad de multimillonarios, como Los Angeles Times y el Washington Post, hasta los que pertenecen a grandes corporaciones, como el Chicago Tribune y Florida Times-Union. También determinará si podemos tener un conjunto básico de condiciones de trabajo que traten a todo el personal de manera justa.

Hemos aprendido mucho sobre nosotros a través de este viaje. Aprendimos que colectivamente podemos elevarnos mutuamente y la fuerza de nuestra voz unificada puede conducir a cambios positivos. 

En sus esfuerzos por oponerse al sindicato, McClatchy nos dijo que no tiene sentido formar un sindicato porque las redacciones con y sin sindicatos obtienen los mismos beneficios.

Si eso fuera cierto, ¿por qué McClatchy lucha tan duro contra nuestro sindicato? Porque quieren seguir teniendo el poder de recortar los recursos de nuestra sala de redacción sin que sus periodistas puedan decir nada al respecto.

No más.

No más de pagar menos al personal de El Nuevo Herald que al personal del Miami Herald por el mismo trabajo. No más recortes salariales, indemnizaciones y recursos de redacción con solo un día de aviso. No más pérdida de personal talentoso porque no tenemos una política de permiso parental remunerado. No más decisiones sobre nuestra comunidad sin nuestro aporte.

Con un sindicato, comenzaremos a recibir beneficios incluso antes de tener un contrato. Por ejemplo, tenemos el derecho de negociar todas las decisiones que afecten nuestras condiciones de trabajo, incluidos los despidos. Como parte del proceso de negociación, McClatchy está obligado a ser transparente con su información financiera y organizacional. Eso significa que si la compañía afirma que no tiene suficiente dinero para lo que estamos pidiendo, tiene que demostrarlo, y nuestros contadores lo comprobarán. El contrato establecerá un estándar que definirá una base para la indemnización por despido, pago, licencia, tiempo libre y más. Las personas tendrán la flexibilidad de negociar condiciones mejores que los básicos. Finalmente, las cuotas sindicales hacen posible gran parte de este trabajo, pero en Florida son opcionales, no obligatorias. Si eligen contribuir como miembros, solo los pagas después de que ratifiquemos nuestro primer contrato y se cobrará el 1.3% de tu salario anual. Ustedes podrán juzgar los beneficios que logremos juntos como redacción.

Durante años, nuestros gerentes locales dicen que han estado luchando contra McClatchy para obtener más recursos para nuestra sala de redacción. Mañana votamos para unirnos a ellos en esa lucha.

Gracias a todos por su tiempo y su aporte durante este importante mes. Ha sido increíble ver al personal conocerse y discutir juntos el brillante futuro de nuestra sala de redacción.

Para aquellos colegas que todavía están dudando, esperamos que hayan escuchado nuestros argumentos y que se unan a nosotros votando sí para fortalecer nuestra sala de redacción juntos.

Para aquellos colegas que no están de acuerdo con este esfuerzo, los respaldamos y esperamos ganar su confianza y apoyo a medida que avanzamos juntos.

Y a McClatchy, nos vemos en la mesa de negociaciones.

Caitlin Ostroff